BEMBA E’ TRUENO

Fue hace un par de semanas, en el Simposio #PalabraTomada sobre literatura afro-latinoamericana (la que no estoy segura de que deba denominarse así) cuando escuche la expresión “bemba e’ trueno”.

Fue la escritora puertorriqueña #YolandaArroyo, la que nos contó como de forma discriminatoria, cuando estaba en la escuela los otros niños se burlaban de su boca de negra diciéndole que tenía una “bemba e’ trueno”.

En ese momento escribí un tweet en donde manifesté que ojala a mí me dijeran así… y heme aquí, con las ganas intactas de escribir más acerca de ello.

Si yo tuviera una “bemba e´ trueno” probablemente mis rasgos árabes no resaltaran tanto en el marco de mi cara, si tuviera esa bemba probablemente no comiera con tanta facilidad los shawarmas y los quibbes que me dan en casa de mi madre y mis abuelos.

Si yo tuviera una “bemba e´ trueno”, cada vez que empino un coco para beber su agua me viera atractiva… seguramente el hombre que me vende los cocos en la esquina de siempre me regalaría con más frecuencia de sus cocos fríos para robarme una sonrisa.

Si yo tuviera una “bemba e´ trueno” mis palabras retumbarían estruendosamente en la cabeza de quienes me escuchan, tal como los truenos en medio de la tormenta, pero con la boca que tengo, lo que sale es un hilo de voz chillón que da dos o tres vueltas en la mente de mis interlocutores y se olvida cual sereno…

Si yo tuviera una “bemba e´ trueno”, con la filigrana que he aprendido a ir tejiendo con cada una de mis palabras me atrevería a decir hasta lo que no se espera que diga. Con una bemba e´trueno no tendría problemas por ser "pensamiento hablado" y usaria esa bemba para hablar por mí y por esos que no tienen boca.

Si yo tuviera una “bemba e´ trueno” mis besos fueran inolvidables, y no fueran solo un pedacito de carne desbarajustado la integridad de otra boca.

Si yo tuviera una “bemba e´ trueno”, quien me viera cuando me muerdo los labios, no podría resistirse a ser víctima consciente de cada uno de mis peores defectos.

Si yo tuviera una “bemba e´ trueno”, cuando me rio como si de eso dependiera el mañana, el cuadro de mis fotografías no se centraría en el filo de mis huesos sino en el corazón arqueado que formase mi boca.

Si yo tuviera una “bemba e´ trueno” la mantendría pintada de morado brillante, para que cuando llegase a un sitio no resaltara mi metro con setenta y cinco, sino ella…

#YmeDijeAmíMisma: ¡Caramba!…pero si tu ya tienes tu bemba e´ trueno...