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En contra de las "nuevas inquisiciones" de mario vargas llosa

  • Foto del escritor: Angélica Villalba Eljach
    Angélica Villalba Eljach
  • 27 mar 2018
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 26 mar 2019

Íbamos en un carro 4 mujeres, íbamos hablando de los libros que nos estamos leyendo cuando salió a relucir la columna del pasado 17 de marzo del 2018 de Mario Vargas Llosa en el diario El País de España, luego de contarles cuales habían sido mis apreciaciones y lo que había twitteado al respecto, una de ellas me preguntó ¿y por qué mejor no le dedicas una entrada en tu blog?, y pues me parece que sí vale la pena y he aquí el resultado.


La columna mencionada la pueden leer en el siguiente link: https://elpais.com/elpais/2018/03/16/opinion/1521215265_029385.html. La columna se llama “Nuevas Inquisiciones” y pueden leerla antes de continuar leyendo porque lo que viene son spoilers.


Las Nuevas Inquisiciones según Mario Vargas Llosa se desprenden directamente del feminismo. Sin más preámbulo, la primera frase que se puede leer en la columna es que “El feminismo es hoy el más resuelto enemigo de la literatura, que pretende descontaminarla de machismo, prejuicios múltiples e inmoralidades”.


Posteriormente, el Nobel expone de forma reflexiva varios aspectos que lo llevan a justificar la frase antes transcrita y sobre los cuales quiero dejar reflejado mi punto de vista, por ejemplo, menciona que no todos los movimientos feministas buscan “descontaminar la literatura de machismo, prejuicios múltiples e inmoralidades”; habla de la censura editorial a la que a lo largo de la historia se han tenido que someter varios escritores; menciona que la literatura no se puede “adecentar” y que no puede volverse “inofensiva”; también menciona a los enemigos del pasado de la literatura, como lo han sido la religión (especialmente los momentos de la inquisición) y los sistemas totalitarios.


Siendo así, empiezo por exponer sin rodeos qué fue lo que no me gustó de la columna, lo que me parece un desacierto, y que a pesar de ello rescato: los movimientos feministas que han buscado censurar a varios escritores también están mandados a recoger, estas mujeres se convierten en una especie de “terroristas literarias” que le terminan dando la razón a hombres como Vargas Llosa, descuidando que cada vez son más las mujeres que escriben y que leen, con el fenómeno de la globalización que ha dominado las últimas décadas de la historia de la humanidad, cada vez más, las mujeres tienen acceso a los libros (especialmente en esas naciones que han ido dejando los sistemas totalitarios atrás), y tener acceso a los libros, cualesquiera que estos sean, queridas amigas feministas, tiene más valor en este camino hacia la igualdad sobre el que transitamos tantas mujeres en el mundo.


Ahora bien, sobre el resto de la columna de Vargas Llosa, sin temor a equivocarme me parece una verdadera exageración y un atrevimiento decir que los movimientos feministas pueden asemejarse a la inquisición de la Iglesia católica o a las dictaduras por pretender que se eliminen de los decálogos escolares españoles, las obras de algunos escritores como Neruda o Arturo Pérez Reverte. Entiendo el malestar que pueda tener un escritor como él al mostrarse preocupado porque solicitudes como la realizada en España, puedan desbocar en incluir en el mencionado listado a sus obras.

Por otro lado, sobre el tema de la censura en las editoriales solo diré que es algo del diario vivir de los escritores, y no merece que se mezcle el tema con las “nuevas inquisiciones” que propone Vargas Llosa, como dato curioso, en el pasado Hay Festival Cartagena, la escritora Sara Toro nos contaba que cuando una de sus novelas fue traducida del español al inglés en los Estados Unidos, una escena del libro en donde una madre fumaba delante de su hija fue eliminada… como ven, cosas como esas pasan a diario en sociedades que proclaman una concepción muy, pero muy errada del concepto de “libertad”, ni siquiera hablemos de “libertad de expresión” porque para eso necesitaría una tesis doctoral y no una entrada de blog.


A Vargas Llosa le preocupa que la literatura se “adecente” y se vuelva “inofensiva” y tiene razón. A mí por ejemplo, me preocupa de sobremanera que él siga escribiendo libros como “Cinco esquinas” que lo hacen parecer un escritor del montón, de esos que las editoriales les dicen “escríbeme en 2 meses un librito y te pago tantos dólares”, y él, haciendo uso de su buena prosa y buena técnica literaria termina haciendo libros indefensos, no porque se los hayan censurado, simplemente porque son malos, no desarrolla personajes que merezcan la pena ser recordados, y expone relaciones sentimentales lésbicas y de tríos como si fueran una panacea, y no, ya sobre sus mismos libros hemos recorrido ese camino.


Yo me había dicho a mí misma que no volvería a leer un libro más de Mario Vargas Llosa después de haber leído “Cinco Esquinas”, pues ya antes había leído “El héroe discreto” y también fue un poco decepcionante, escogí recordar la grandeza de sus libros como La fiesta del chivo, Cartas a un joven novelista, La civilización del espectáculo, El sueño del celta o Travesuras de la niña mala, libros que recomiendo a ojos cerrados. Sin embargo, me habían dicho que le diera una nueva oportunidad, que leyera “La llamada de la tribu” que se publicó recientemente, pero luego de la columna que he referenciado necesitaré más tiempo para ver si me reconcilio con su escritura o no.

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Angélica Villalba Eljach
escribo para recordar que estoy hecha de callecitas y letras...

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